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Seúl (Agencia Fides) - Recordar la creación de la diócesis de Pyongyang, en Corea del Norte, para mantener viva la llama de la fe y reascender la esperanza de que el Evangelio pueda nuevamente difundirse más allá del 38° paralelo ha sido el espíritu con el que el Card. Nicholas Cheong, Arzobispo de Seúl, ha celebrado recientemente en la catedral de la ciudad una Santa Misa por el 80° aniversario de la erección de la diócesis de Pyongyang, de la que el Cardenal es el Administrador Apostólico.
En su homilía el Cardinal afirmó: “Tenemos que rezar más intensamente por nuestro hermanos en Corea del Norte, concientes de que después de la división de la península, al Norte se ha creado un silencio de la fe”.
Después de la Santa Misa se tuvo una celebración de conmemoración en la que el Cardenal Stephen Kim, Arzobispo emérito de Seúl y el anterior Administrador Apostólico de Pyongyang, afirmó, refiriéndose a la situación de la comunidad católica del Norte: “Podemos y debemos continuar a esperar, incluso en medio de una situación que parece no tener esperanza, porque sabemos que Jesucristo está siempre junto a los perseguidos”. También Mons. Paul Tscherrig, Nuncio Apostólico en Corea, ha pedido a los católicos “de acordarse incesantemente de los hermanos y de las hermanas norcoreanos en la oración y de mostrarles solidariedad cristiana con actos de caridad”.
En la ceremonia también intervino P. Víctor Youn Kong-hi, nacido en la provincia de Pyongyang, que señalo: “Estoy seguro que tendremos todavía oportunidad de reevangelizar el Norte, gracias a los sacrificios de los mártires coreanos: como ha dicho Tertuliano, la sangre de los mártires es siempre semilla de cristianos”. P. John Sivalon, Superior General de los Misioneros Maryknoll, huésped de honor, afirmó: “Deseo con todo el corazón que nuestros misioneros puedan regresar a Pyongyang y comenzar nuevamente la misión interrumpida por la fuerza, llevando el testimonio del gran amor de Dios y participando en la obra de Dios de reconstruir el Sacramento de la Salvación”.
Durante la celebración, el Card. Cheong, premió a algunos sacerdotes y religiosos que en el pasado habían contribuido al desarrollo de la evangelización de la diócesis de Pyongyang. La vida de la comunidad católica en ese territorio ha sido ilustrada por una muestra fotográfica misionera que recogía las principales actividades pastorales llevadas acabo hasta 1950, antes de la guerra de Corea (1950-1953). Después de la guerra, con la división de la península coreana, los misioneros, sacerdotes y religiosos del Norte fueron expulsados o asesinados y la libertad religiosa reducida al mínimo. (PA) (Agencia Fides 26/3/2007)
