VATICANO - "Los agentes sanitarios cristianos saben bien que hay una unión estrecha e indisoluble entre la calidad de su servicio profesional y la virtud de la caridad a la que Cristo les llama": Benedicto XVI a la Plenaria del Consejo Pontificio para la Pastoral de los Agentes Sanitarios

viernes, 23 marzo 2007

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - "La pastoral de la salud es un ámbito evangélico por excelencia que recuerda la obra de Jesús, buen samaritano de la humanidad. Cuando pasaba por los pueblos de Palestina anunciando la buena nueva del Reino de Dios, acompañaba siempre la predicación con los signos que cumplía sobre los enfermos, curando a todos los que eran prisioneros de todo tipo de enfermedades y dolencias", lo ha recordado el Santo Padre Benedicto XVI recibiendo en audiencia, el 22 de marzo, a los participantes en la Sesión Plenaria del Consejo Pontificio para la Pastoral de los Agentes Sanitarios. El Santo Padre ha subrayado que "la salud del hombre, de todo el hombre, fue el signo que Cristo eligió para manifestar la cercanía de Dios, su amor misericordioso que cura el espíritu, el alma y el cuerpo" y esta debe ser siempre la referencia fundamental de toda iniciativa en este campo.
" Socorrer al ser humano es un deber tanto en respuesta a un derecho fundamental de la persona como porque el tratamiento de los individuos redunda en beneficio de la colectividad" ha continuado el Papa, quien ha puesto en evidencia que " la estima y la confianza del personal sanitario son proporcionales a la certeza de que estos defensores por profesión de la vida no despreciarán jamás una existencia humana, aunque sea minusválida, y sabrán alentar siempre todo intento de curación. El compromiso por ofrecer tratamientos debe extenderse, por tanto, a todos los seres humanos, con el objetivo de cubrir toda su existencia”.
"Los agentes sanitarios cristianos, por tanto, saben bien que se da un lazo íntimo e indisoluble entre la calidad de su servicio profesional y la virtud de la caridad a la que Cristo les llama: con el buen cumplimiento de su trabajo llevan precisamente a las personas el testimonio del amor de Dios. La caridad, como tarea de la Iglesia, objeto de reflexión en mi encíclica «Deus caritas est», se aplica de manera particularmente significativa en la atención a los enfermos. Lo testimonia la historia de la Iglesia, con innumerables testimonios de hombres y mujeres que, de forma tanto individual como asociada, han actuado en este campo".
El Santo Padre ha entregado de nuevo figuradamente a los presentes las reflexiones contenidas en el encíclica "Deus caritas est" con las relativas orientaciones pastorales sobre el servicio caritativo de la Iglesia como "comunidad de amor", y ha añadido a ella la exhortación apostólica post-sinodal que trata de la Eucaristía como "Sacramento de la caridad”, en cuánto que precisamente "la pastoral de la salud puede sacar continuamente fuerza precisamente de la Eucaristía para socorrer eficazmente al ser humano y promoverle, según la dignidad que le es propia. En los hospitales y en las clínicas, la capilla es el corazón palpitante en el que Jesús se ofrece intensamente al Padre celestial por la vida de la humanidad. La Eucaristía, distribuida con dignidad y con espíritu de oración a los enfermos, es savia vital que les consuela e infunde en su espíritu luz interior para vivir con fe y con esperanza la condición de enfermedad y de sufrimiento". (S.L) (Agencia Fides 23/3/2007 - Líneas: 39 Palabras: 568)


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