EUROPA/ESPAÑA - Los Obispos denuncian la extensión de una “cultura de la muerte”, que deja sin fundamento los derechos fundamentales del hombre y diluye en la conciencia social el valor de la vida y la dignidad de la persona: Mensaje para la Jornada de la Vida

viernes, 23 marzo 2007

Madrid (Agencia Fides) - “Como Pastores del “Pueblo de la Vida” (Evangelium vitae, n. 78), tenemos que denunciar la extensión en nuestra sociedad de una verdadera “cultura de la muerte”, una visión del hombre que deja sin fundamento sus derechos fundamentales y diluye en la conciencia social el valor de la vida y la dignidad de la persona”: así se pronuncian los Obispos españoles en un Mensaje publicado por la Subcomisión Episcopal de Familia y Vida, con motivo de la celebración el domingo 25 de marzo del día de la Vida. Afirman los Obispos que en estos momentos “los recientes cambios legislativos han llevado a que España tenga una de las legislaciones que menos protege la vida humana en el mundo entero” y, por otro lado, “desde las instituciones se promueve la promiscuidad sexual”, además “diversos grupos de presión y muchos medios de comunicación promueven la regulación legal del aborto libre y de la eutanasia”. “Nos encontramos ante un verdadero “desafío cultural”- continua el Mensaje -, un cambio sin precedentes en el corazón y la conciencia de nuestras familias y de la sociedad. Este desafío requiere una respuesta a distintos niveles”.
Entre estas respuestas que pueden darse a la situación actual, en primer lugar señalan al ayuda eficaz a las madres, recordando que “no basta que animemos a una mujer a que se sobreponga a las presiones que la empujan al aborto si no le ofrecemos los medios para ello”. En muchas ocasiones el aborto se produce precisamente “porque la mujer se encuentra sola ante una fuerte presión que la empuja al aborto”, por ello, “la sociedad tiene la responsabilidad de ofrecer a estas mujeres la posibilidad de elegir que su hijo llegue a nacer”. Pero ante todo, según los Obispos, es necesaria una verdadera conversión que genere una cultura de la vida. “Todos contribuimos a la cultura de la muerte cuando nos sometemos a la mentalidad consumista, cuando hacemos del poder, del dinero, del estatus o del éxito social, los criterios que rigen el valor de la vida humana”, por ello, la conversión es la primera responsabilidad de los católicos. Después también se requiere la presencia de “personas públicas que se comprometan por la causa de la vida. Instituciones académicas, universitarias y culturales que promuevan en nuestra sociedad el valor de la vida”. Es importante también incidir en las leyes y las políticas sociales, por ello los Obispos lanzan un llamamiento “a la sociedad y a los políticos a la abolición de los supuestos en los que el aborto está despenalizado, porque es una ley gravemente injusta” y al mismo tiempo “a las instituciones sanitarias a que persigan estos abusos. Es una grave responsabilidad de las autoridades”.
Muestran a continuación su preocupación por “la campaña que, desde diversos ámbitos, se realiza para promover la aceptación social de la eutanasia”. Para ello “se presentan casos dramáticos para que el sentimiento, aparentemente “bueno” y “piadoso” de “ayudar” al enfermo que sufre, se imponga al recto juicio. Es, pues, una manipulación que no por sutil es menos real”. Recuerda en este sentido el Mensaje que se debe ofrecer todo el apoyo y medios necesarios para aliviar el dolor y el sufrimiento y a la vez “sostenerles en su lucha contra la tentación de la desesperación o el suicidio”. “Hay que generar una cultura de la dignidad de la persona enferma y del valor de su vida, que despierte en nuestra en nuestra sociedad la conciencia de la inmoralidad de la eutanasia”.
Concluyen los Obispos su Mensaje recordando a todos su responsabilidad en la promoción de la vida, “cada uno en la medida de sus posibilidades, para evitar la extensión en nuestra sociedad de la cultura de la muerte y de leyes antivida”. (RG) (Agencia Fides 23/3/2007 Líneas: 44 Palabras: 665)


Compartir: