AMERICA/ECUADOR - “Es necesario alzar la voz para desenmascarar determinadas interpretaciones que marginan la verdad del Evangelio y proponen una pretendida liberación que vacía de sentido la sexualidad”: Cardenal Cipriani en el Primer Congreso Provida y Familia

viernes, 23 marzo 2007

Guayaquil (Agencia Fides) - Con la presencia de más de tres mil participantes se está desarrollando el I Congreso Nacional Pro Vida y Familia en Guayaquil (Ecuador). Dada la cantidad de participantes en el Congreso, se han organizado actividades simultáneas en 6 parroquias de la Arquidiócesis de Guayaquil (Santa Gema, Nuestra Señora de la Alborada, San Gabriel de la Dolorosa, Nuestra Señora de la Anunciación y San Antonio María Claret) para que todos puedan participar activamente en las Eucaristías, sub plenarias y trabajos de grupos.
En el primer día del Congreso, jueves 22 de marzo, el Cardenal Juan Luis Cipriani, Arzobispo Primado de Lima (Perú), presentó una ponencia titulada “La Vida Humana es Sagrada”. En su intervención, destaca la necesidad de anunciar con valentía el Evangelio sobre el matrimonio y la familia, invitando a “vivir el arrojo de no adaptarse a unas convenciones externas de lo que se viene a llamar ‘políticamente correcto’”. "Vivimos en tiempos, afirmó, que reclaman la proclamación de la Verdad. Estamos demasiado sumergidos en la mentira. Hasta la ciencia se ha aliado con la mentira. Se matan criaturas. Se engaña desde la ciencia. (...) La convivencia social ha sido privada de valores trascendentes. El desafío de la Iglesia en América es oponerse al secularismo que nos invade".
Afirma así mismo que la Iglesia en América Latina es consciente de los dificultades y problemas que asaltan a los matrimonios y familias, así como “como las presiones y mensajes falsos, o al menos ambiguos, que reciben”. Por ello, es necesario “alzar la voz para desenmascarar determinadas interpretaciones que pretenden marginar la verdad del Evangelio al presentarla como culturalmente superada o inadecuada para los problemas de nuestra época y que proponen a su vez una pretendida liberación que vacía de sentido la sexualidad”
Recordó a continuación el valor sagrado y la dignidad de la vida humana, universalmente reconocido por todas las culturas, reconocimiento que encuentra su plena conformación en la revelación del Evangelio de la vida. En este sentido afirmó que “matar un ser humano, en el que está presente la imagen de Dios, es un pecado particularmente grave. ¡Sólo Dios es dueño de la vida!”.
Otro punto tratado por el Cardenal fue la paternidad responsable recordando que los padres “son responsables ante Dios de esta tarea, que no es una misión que quede en esta tierra sino que apunta más allá . De ahí deriva la grandeza y la dignidad, y también la responsabilidad de la paternidad y maternidad humanas”. Ante las graves dificultades actuales reclamó una mayor atención a la preparación al matrimonio afirmando que “la pastoral de preparación al matrimonio es, en la actualidad, más urgente y necesaria que nunca”
“¡El futuro de la humanidad se fragua en la familia! Por consiguiente es indispensable y urgente que todo hombre de buena voluntad se esfuerce por salvar y promover los valores y exigencias de la familia, en primer lugar de la vida”, concluye el Cardenal. (RG) (Agencia Fides 23/3/2007 Líneas: 40 Palabras: 525)


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