EUROPA/ITALIA - Diez mil personas acogidas en 20 años en la "Choza de Belén", abierta por don Oreste Benzi por los sin morada fija; estructuras análogas en Albania, Rusia, Bolivia, Zambia, Tanzania, Kenia

viernes, 16 marzo 2007

Rimini (Agencia Fides) - Han pasado 20 años desde que en Rimini, la Comunidad Papa Juan XXIII dio vida a la Choza de Belén, realidad de acogida para los sin morada fija. Diez han pasado, por el contrario, de la muerte de Michel Roland, el carismático abogado-juez belga que vivió 7 años en la Choza y a cuya memoria está dedicado el proyecto de la Comunidad que atiende a los vagabundos. La Comunidad Papa Juan XXIII con ocasión de esta dúplice solemnidad promueve el miércoles 21 de marzo, una Jornada para recorrer el sentido de la experiencia de la Choza respecto al pasado y para reflexionar sobre las perspectivas futuras.
Desde 1987 hasta hoy unas 10.000 personas han encontrado en la Choza de Belén, incluso durante más de un día, un contexto de vida familiar. "La vida es una sinfonía, decía Michel Roland y en estos años hemos tratado de escuchar su nota saliente: la voz de los pobres. Una voz que nos echa en cara toda la hipocresía humana. Michel dejó todo, una carrera de juez, dinero y bienestar, para vivir con ellos y convertirse en uno de ellos, como ya hizo su predecesor Andrea Volon" - afirma Don Oreste Benzi, fundador y presidente de la Comunidad Papa Juan XXIII. "La verdadera emergencia ligada a la pobreza extrema, en nuestro territorio como en otro lugar - continua don Oreste - es hacerse cargo de toda la esfera de las necesidades de una persona en dificultad. No bastan acogidas improvisadas, dar alojamiento y comida: es necesario construir la vida junto a los últimos compartiendo todo, con programas y proyectos a largo plazo dirigidos a incluir a los pobres en la sociedad. Siempre nos hemos interrogado sobre ello, y podemos decir que el verdadero mensaje nos lo han dado los excluidos, que han sido capaces de crear con nosotros esa familia excepcional que es la Choza de Belén."
Hoy la estructura de 650 m2 sobre la colina de Covignano, está compuesta por una primera acogida nocturna, un apartamento en el que se insertan las personas con proyectos personalizados a largo plazo y un centro de trabajo. Tiene una capacidad de 40 camas, de las cuales 5 son específicas para la acogida femenina, experiencia que acaba apenas de nacer. Se dan unas 100 comidas al día, 15 son los agentes y voluntarios que trabajan diariamente en la estructura. Dentro hay un ambulatorio médico y un despacho de asistencia legal. Estructuras de este tipo han sido activadas por la Comunidad, además de en Italia (en Vicenza y Bolonia) en Albania, Rusia, Bolivia, Zambia, Tanzania y Kenia, y se está valorando la posibilidad para otros países. Para ulteriores informaciones: Asociación Comunidad Papa Juan XXIII, Calle Valverde 10/E, Kristian Gianfreda 0541 909600 - 348 2488128; capannadibetlemme@apg23.org (S.L) (Agencia Fides 16/3/2007, Líneas: 34 Palabras: 493)


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