VATICANO - AUDIENCIA DEL PAPA A LOS PEREGRINOS: “NO HAY DUDA DE QUE LA NUEVA BEATA HA SIDO UNA DE LAS MÁS GRANDES MISIONERAS DEL SIGLO XX. MISIONERA CON EL LENGUAJE MÁS UNIVERSAL: EL DE LA CARIDAD SIN LÍMITES Y EXCLUSIONES, SIN PREFERENCIAS SINO HACIA LOS MÁS ABANDONADOS”

martes, 21 octubre 2003

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - “Con alegría me uno a vosotros en la acción de gracias a Dios por la beatificación de la Madre Teresa de Calcuta. Yo estaba muy unido a ella por una gran estima y sincero afecto. Por ello, me siento particularmente contento de encontrarme con vosotros, sus hijos e hijas espirituales”. Con estas palabras se dirigió el Santo Padre Juan Pablo II a los peregrinos vendidos a Roma para la beatificación de la Madre Teresa a los que recibió en audiencia el lunes 20 de octubre en el Aula Pablo VI.
“Misionera de la Caridad: esto ha sido la Madre Tersa de nombre y de hecho” señalo el Papa en su discursos. “Ante todo misionera. No hay duda de que la nueva beata ha sido una de las más grandes misioneras del siglo XX. De esta mujer sencilla, proveniente de una de las zonas más pobres de Europa, el Señor hizo un instrumento elegido para anunciar el Evangelio a todo el mundo, no con la predicación, sino con gestos cotidianos de amor a los más pobres. Misionera con el lenguaje más universal: el de la caridad sin límites ni exclusiones, sin preferencias, con la excepción de los más abandonados. Misionera de la Caridad. Misionera de Dios que es caridad, que tiene preferencia por los pequeños y humildes, que se inclina sobre el hombre herido en el cuerpo y en el espíritu”.
Prosiguiendo el discurso en lengua inglesa, el Santo Padre subrayó que la oración y la adoración eucarística silenciosa eran para la Madre Teresa la fuente en la que encontraba la fuerza “para ponerse completamente al servicio de los demás”. La Madre Teresa fue realmente “misionera de la caridad, misionera de paz, misionera de vida”. “Siempre habló en defensa de la vida humana, incluso cuando su mensaje no era bienvenido. Toda la existencia de la Madre Teresa fue un himno a la vida. Sus encuentros diarios con la muerte, con la lepra, con el SIDA, y con todo tipo de sufrimiento humano hicieron de ella una convincente testigo del Evangelio de la Vida”.
"Teresa de Calcuta ha sido realmente Madre. Madre de los pobres, madre de los niños. Madre de tantas jóvenes y de tantos jóvenes que la han tenido como guía espiritual y que han compartido su misión”, recordó Juan Pablo II quien concluyo con una exhortación: “El mensaje de Madre Teresa, es más que nunca una invitación dirigida a todos. Toda su existencia nos recuerda que ser cristianos significa ser testigos de la caridad. Esta es la consigna de la nueva beata”. (S.L.) (Agencia Fides 21/10/2003 Líneas. 37 Palabras: 491)


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