AMERICA/ECUADOR - “Necesitamos evidenciar y denunciar la cultura de muerte y proclamar la verdad integral de la vida y de la familia a la luz del Evangelio y la Doctrina de la Iglesia”: Carta Pastoral del Viario Apostólico de Napo para la Cuaresma 2007

jueves, 1 marzo 2007

Napo (Agencia Fides) - Mons. Pablo Mietto, Vicario Apostólico de Napo (Ecuador), en su Carta Pastoral escrita por la Cuaresma, se pregunta los motivos que están en la base del Primer Congreso Nacional Pro Vida y Familia en Guayaquil a finales del mes de marzo (ver Fides 26/2/2007). La respuesta a esta pregunta, afirma el Obispo, “se encuentra en la dolorosa ola de lo que está pasando en varios países de América Latina y del mundo, y también en nuestro país, con nuevas leyes para la salud y la familia que no corresponden a la visión cristiana ni a una visión humana integral”.
Explica a continuación los pasos que se fueron dando a este respecto durante el 2006 en el país. En el mes de abril del 2006 la Conferencia Episcopal Ecuatoriana declaró el día 25 de marzo de cada año como el Día del niño por nacer, “con el afán de robustecer en las instituciones del Estado, en la sociedad y en las familias la conciencia de respeto y defensa de la vida desde su concepción hasta la muerte natural”. Posteriormente el mismo Presidente de Ecuador, Alfredo Palacios González, emitió un decreto el 1 de junio en que lo declaraba “para la defensa y garantía del derecho a la vida de todo ser humano desde el momento mismo de su concepción” (ver Fides 3/6/2006).
Sin embargo, el Congreso Nacional aprobó algunos meses después algunos artículos sustitutivos del Código de Salud, entre ellos el art. 30 en el que se proponía la “legalización e imposición del aborto, transformando la despenalización de una conducta a su obligatoriedad. También el adulterio dejó un día de ser conducta delictiva, mas no por ello puede ser exigido a una persona”. (ver Fides 10/10/2006; 11/10/2006; 7/11/2006). Así mismo se aprobó “ la imposición de la “anticoncepción de emergencia” en ciertos casos y aparecen formas de atropello en la educación, disminuyendo o ignorando la autoridad de los padres sobre los hijos, con manifiesto debilitamiento del núcleo familiar”.
“Hay pues fenómenos que manifiestan la penetración de una cultura de muerte y un claro debilitamiento de la familia” afirma Mons. Pablo Mietto en su Carta. Fenómenos como por ejemplo: aumento de abortos; uso casi incontrolado de anticonceptivos; suicidios de adolescentes; proliferación de la droga; asaltos armados y violencia intrafamiliar; maltrato de menores; ; una educación sexual sin relación con el amor, la fidelidad, la procreación y el matrimonio; incremento de madres solteras; aumento de hijos nacidos fuera del matrimonio; incremento de rupturas de parejas casadas...
Por ello, el Obispo se felicita por la organización de este Primer Congreso que considera tan necesario en este contexto pues “necesitamos evidenciar y denunciar la cultura de muerte y proclamar la verdad integral de la vida y de la familia a la luz del Evangelio y la Doctrina de la Iglesia, para ser multiplicadores de la cultura de la vida y la familia en nuestros pueblos”. Concluye el Obispo su Carta con un llamamiento a unirse para “colaborar a reconstruir un país en donde prime la cultura de la vida y la cultura de la familia”. (RG) (Agencia Fides 1/3/2007 Líneas: 39 Palabras: 557)


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