ASIA/FILIPINAS - Alarma por la vida de un sacerdote que trabaja en la defensa de los derechos humanos, después de intimidaciones y amenazas de los "escuadrones de la muerte”

martes, 27 febrero 2007

Manila (Agencia Fides) - El P. Feliciano Nalzaro, sacerdote que trabaja en primera línea por la defensa de los derechos humanos en Filipinas, está en peligro de vida: el sacerdote está en la "lista negra" de un grupo paramilitar ilegal, uno de los "escuadrones de la muerte”, que están sembrando el terror en la sociedad civil filipina, y son responsables de la estela de violencia y sangre que en los últimos años ha sacudido la nación.
El grupo, que firma como "Mata na Bol-anon Movement" (MBM) ha amenazado al sacerdote, párroco de la iglesia del Corazón Inmaculado de Maria en Taloto, en la isla de Bohol, en las Filipinas centrales, difundiendo material de propaganda en que se acusa al P. Feliciano de estar "cerca de la guerrilla comunista” y por tanto, ser merecedor de la muerte.
El hecho ha sido denunciado con fuerza por la organización para los derechos humanos "Karapatan", muy activo en todo el territorio filipino, y con el que el ha colaborado el sacerdote en diversas ocasiones, apoyando la campaña para frenar las ejecuciones sumarias y las matanzas extrajudiciales que están afligiendo el escenario político filipino. En la zona de Bohol ya se han verificado algunos asesinos de exponentes políticos y activistas: por ello, la alarma levantada por "Karapatan" no aparece infundada.
El sacerdote ha informado de la situación a Mons. Leonardo Medroso, Obispo de Bohol, a la "Comisión Melo" (creado para indagar sobre los homicidios impunes) así como a las autoridades civiles y militares. "Karapatan" piden protección para evitar otro homicidio.
Mientras tanto la relación recientemente de difundida por el enviado de la ONU Philip Alston acusa al ejército filipino de ser responsable de gran parte de los homicidios de periodistas, activistas, políticos, sindicalistas realizados en los últimos años. La relación también denuncia la colusión y la complicidad del ejército en sustentar, adiestrar y armar grupos paramilitares a los que confiar "el trabajo sucio" de las ejecuciones que según "Karapatan", desde el 2001 hasta hoy, han llegado a 830.
También los Obispos se han unido a la denuncia y a la petición de frenar la violencia, deseando la publicación de la llamada "Relación Melo", fruto de las investigaciones realizadas por la homónima Comisión, que contiene los nombres, hasta ahora secretos, de algunos oficiales militares considerados responsables. (PA) (Agencia Fides 27/2/2007 Líneas: 31 Palabras: 408)


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