ASIA/CHINA - La comunidad católica se prepara al Nuevo Año chino con la visita a ancianos y enfermos, la distribución de ayudas concretas, suscitando el interés y el aprecio de la sociedad china

viernes, 16 febrero 2007

Pekín (Agencia Fides) - "¡Ser católicos es demasiado bonito! Incluso una persona sola y anciana, enferma, que no tiene ningún familiar, nunca se verá privada del afecto, solidaridad y amor de la comunidad". Es el comentario de los ancianos y del personal de la Casa de Acogida "Tian Le" (significa "la alegría celeste") durante la visita del Grupo Caritas de la diócesis de Yi Chang, en la provincia de Hu Bei, a los ancianos y niños huérfanos. Conducido por los sacerdotes, el grupo vistió a todos los huéspedes de la Casa, sin distinción de fe, llevando a cada uno un paquete como regalo y augurio con ocasión del Año Nuevo chino. Además los sacerdotes también han impartido a numerosos ancianos católicos, el sacramento de la unción de enfermos, exhortándoles a tener siempre confianza en el Señor y en su misericordia. Un anciano dijo: "no tengo ningún familiar, pero realmente nunca he estado solo. Además de tener siempre conmigo al Señor y a su Madre celeste, los hermanos y hermanas de la Iglesia no me han hecho nunca faltar el cariño. No puedo sino dar gracias al Señor y testimoniar el amor ante todos en los años que me quedan."
En la diócesis de Qi Qi Ha Er, en el Noreste de la provincia de Hei Long Jiang, la comunidad católica ya ha empezado desde hace tiempo a recoger fondos para ofrecer un Año Nuevo feliz a los más necesitados. Desde el 4 de febrero, junto a los sacerdotes y religiosas, han visitado decenas de familias en dificultad económica, enfermos, ancianos solos, llevando además del cariño y la solidaridad, ayudas concretas como arroz, harina, aceite, vestidos y mantas.
Desde el uno de febrero el Grupo de la Caridad de la parroquia de Hong Ya, en la provincia de Si Chuan (suroeste) ha llevado ayudas a 26 familias con enfermos graves o minusválidos, o ancianos solos, católicos y no católicos. Además el párroco, don Luo Xu Gang, ha llevado también la bendición del Señor para el nuevo año a las familias católicas. Respondiendo a la gratitud de las personas, el sacerdote, seminaristas y laicos han dicho que "es un deber para todo cristiano llevar a la práctica lo que predicamos y profesamos."
Las iniciativas para vivir el Año Nuevo china bajo la insignia de la espiritualidad cristiana están extendidas por toda la comunidad católica china. Según un sacerdote de Pekín, "además de ser un gesto de deber, también constituyen una forma de evangelización. A lo largo de estos años, la comunidad católica siempre ha realizado acciones de solidaridad en las fiestas, sin distinción de religión. Hoy en nuestro Grupo de Caridad no sólo hay católicos, también hay muchos no católicos, incluso no cristianos, sobre todo jóvenes. Algunos se han convertido por esta experiencia, que llamamos de evangelización alternativa."
Mañana, sábado, víspera del Año Nuevo chino y domingo, día del Año Nuevo, todas las comunidades celebrarán una solemne Misa para agradecer al Señor el año que concluye, pidiendo su protección para el nuevo. (NZ)(Agenzia Fides 16/02/2007 Líneas: 36 Palabras: 532)


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