AMÉRICA/ARGENTINA - El grato recuerdo del padre Carlos Múgica permanece en el corazón de su pueblo, 50 años después de su asesinato

lunes, 13 mayo 2024

por Stefano Lodigiani

Buenos Aires (Agenzia Fides) – “El Padre Carlos alienta aún hoy a que en cada barrio se fortalezca una comunidad que se organiza para acompañar la vida de nuestro pueblo, y nos interpela a luchar contra todo tipo de injusticia, a tener un diálogo inteligente con el Estado y la sociedad. Él nos enseña a no dejarnos llevar por la colonización ideológica, ni por la cultura de la indiferencia. Pidamos al Señor que los principios de la Doctrina Social de la Iglesia fructifiquen en nuestras comunidades y, a través de ellas, en toda la vida social”. Este fragmento corresponde a la carta del Santo Padre Francisco con motivo del 50 aniversario del asesinato del padre Carlos Múgica, la cual ha sido leída durante la solemne Concelebración Eucarística celebrada el domingo 12 de mayo en el estadio Luna Park de Buenos Aires.

La ceremonia ha sido presidida por el arzobispo de Buenos Aires, Jorge García Cuerva, y concelebrada por el presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, Oscar Ojea, y por monseñor Gustavo Carrara, vicario general de la archidiócesis.

El Obispo de Roma subraya en su carta que toda celebración eclesial es "mucho más que una conmemoración histórica", en realidad es una oportunidad para renovar nuestra presencia fraterna y comprometida "entre aquellos que cargan cruces pesadas". Por ello, Francisco nos exhorta y anima a seguir poniéndonos en cuerpo y alma al lado “de los que sufren todo tipo de pobreza”, a buscar lugares de integración descartando aquellos que descalifican al otro, a cerrar la brecha existente “no con silencios y complicidades, sino mirándonos a los ojos, reconociendo los errores y erradicando la exclusión”.

En su homilía de la misa, el arzobispo de Buenos Aires, Jorge García Cuerva, ha recordado al padre Carlos como el “pastor de la Iglesia que entregó su vida por Jesús y el Evangelio, jugándosela por entero en la Argentina convulsionada y violenta de las décadas del sesenta y setenta”. A continuación, ha tomado como referencia una oración del Padre Múgica, “Meditación en la villa”, para destacar algunos aspectos de la realidad que siguen vigentes después de 50 años: la situación de los niños y los jóvenes, el narcotráfico, la pobreza, el odio social, los enfrentamientos, la corrupción, el individualismo, la injusticia, el hambre...

“‘Ayúdame’. Así, con sencillez Carlos Múgica se lo pedía al Señor – ha concluido el Arzobispo-. Su fe lo llevó a la experiencia frecuente y profunda de la oración; un aspecto que muchos de los que admiraban su actividad y simpatía, tal vez desconocieron; los largos ratos que pasaba frente al Sagrario en humilde y escondida oración. Cincuenta años después, en esta misa venimos a pedir ayuda a Dios, porque reconocemos, como Carlos lo hizo, nuestra fragilidad. No somos héroes. Somos hombres y mujeres de fe que queremos ser fieles al Evangelio; que no podemos sólo con nuestras fuerzas y, por eso, con el padre Múgica decimos: ‘Ayúdanos Señor, no nos sueltes de tu mano. Te necesitamos mucho’”.

El padre Carlos Múgica fue un sacerdote argentino (nacido el 7 de octubre de 1930 y fallecido el 11 de mayo de 1974), perteneciente al clero de Buenos Aires. Procedente de una familia de clase alta, tras matricularse en la Facultad de Derecho, sintió su vocación luego de visitar Roma con motivo del Jubileo de 1950 e ingresó en el seminario. Fue ordenado sacerdote en 1959. Vivió sus primeros años de ministerio principalmente entre familias de barrios obreros y menos desarrollados. Profesor universitario, también se hizo famoso por sus homilías semanales emitidas en la radio municipal. Fundó el movimiento "Sacerdotes del Tercer Mundo" y el movimiento " Curas Villeros". Sus posturas y los cargos de gobierno que asumió le valieron las críticas de los periódicos argentinos más conservadores y también de parte del clero. En el clima de confrontación de la época, también recibió amenazas.

El sábado 11 de mayo de 1974, el padre Carlos acababa de celebrar misa cuando Rodolfo Almirón, agente de la Alianza Anticomunista Argentina (AAA), le disparó cinco tiros. Fue trasladado a un hospital cercano, donde murió poco después a consecuencia de las heridas. Sus restos descansan en la parroquia de Cristo Obrero desde 1999. El Papa Francisco ha dicho de él: "Fue un gran sacerdote que luchó por la justicia".

Para conmemorar el 50º aniversario de la trágica muerte del padre Carlos, se han organizado una serie de actos que comenzaron hace un mes, el 11 de abril, en la parroquia Cristo Obrero. Durante el llamado "Mes Múgica", el sacerdote argentino ha sido recordado con actos, misas, celebraciones y expresiones populares. También se ha realizado un vídeo resumen de su vida, que finaliza con el lema de este Mes Múgica: 'El Padre Múgica vive en el corazón de su pueblo'.

“En esta noche, hace 50 años, después de haber celebrado la misa, después de haber bebido en el cáliz la sangre de Cristo, también el padre Múgica derramó su sangre por sus amigos” ha ricordato Monsignor Gustavo Carrara vicario general de la arquidiócesis de Buenos Aires, en la celebración de la Misa en la parroquia Cristo Obrero, a las 18 horas del sábado 11 de mayo,junto a la tumba del sacerdote. Ese mismo día se realizó otra celebración de sufragio en la parroquia de San Francisco Solano, en el barrio de Villa Luro, donde fue asesinado el sacerdote. “Carlos Múgica – ha dicho mons. Carrara - no fue solo generoso con los más pobres, lo fue, pero fue mucho más profundamente evangélico porque fue amigo de los más pobres. El paso verdaderamente evangélico no es solo ser generoso sino entrar en amistad, compartir la vida. Por eso el padre Carlos dio la vida por sus amigos, dio la vida por este barrio, dio la vida por la causa de los más pobres y humildes. Y ese es su legado”.
(Agencia Fides 13/5/2024)


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